24 de Marzo 2025
México.- Omar García Harfuch, secretario de
Seguridad, informó que "El Lastra", reclutador
del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) detenido
el fin de semana, declaró que en el rancho Izaguirre mataron y torturaron a
los reclutas que se resistían a los adiestramientos,
pero descartó que fuera un centro de exterminio.
"De acuerdo con el testimonio del detenido,
llegaron a privar de la vida personas que se
resistían a recibir el adiestramiento o bien
intentaban escapar del lugar, así como golpearlos y
someterlos a algún tipo de tortura", declaró
García Harfuch en la conferencia matutina de este
lunes.
Momentos después, el secretario afirmó que no había
indicios de que fuera un centro de exterminio, sino
un centro de adiestramiento en el que había una
pista de entrenamiento y añadió que la Secretaría de
Seguridad Pública no tenían confirmado que hubiera
restos humanos en el predio.
"Sé que la Fiscalía General de la República
continúa con la investigación, pero nosotros como
Secretaría de Seguridad y las áreas de investigación
de inteligencia del gabinete de seguridad, no hay un
indicio de que haya sido un campo de exterminio",
explicó.
Sin embargo, García Harfuch reconoció que durante el
primer operativo en septiembre de 2024, donde
detuvieron a 10 personas, elementos de la Secretaría
de la Defensa Nacional y Guardia
Nacional encontraron un cuerpo.
La presidenta Claudia Sheinbaum añadió que, por esa
razón, la Fiscalía General de la República (FGR)
debía de ya asumir la responsabilidad del caso del
rancho Izaguirre e iniciar el proceso de
investigación "así como se lo haya entregado la
fiscalía estatal" para esclarecer lo que sucedió
dentro del predio.
En ese sentido, declaró que "si ahí hubo
personas que perdieron la vida, eso lo tiene que
decir la fiscalía" y que en su administración
"siempre vamos a estar del lado de las víctimas, de
la justicia, y también vamos a decir la verdad
siempre".
El pasado 7 de marzo, el colectivo Guerreros
Buscadores de Jalisco denunció la existencia de
hornos clandestinos utilizados para calcinar cuerpos
humanos, además, mostraron cientos de prendas de
ropa, maletas y objetos personales que podrían
pertenecer a las víctimas de reclutamiento forzado.