• Virtual candidato a la gubernatura de Puebla, Alejandro Armenta deberá enfrentar, además de a la oposición, a su pasado ligado a Mario Marín –el "Gober Precioso"– porque tiene el potencial de convertirse en un lastre para los intereses políticos de Claudia Sheinbaum en el estado.
23 de Noviembre 2023
PUEBLA, Pue (Proceso).– El sello
marinista del cual el senador Alejandro Armenta Mier
no puede deslindarse se puede convertir en un
cuestionamiento constante en la campaña presidencial
de Claudia Sheinbaum, advierte el politólogo Diego
Martín Velázquez Caballero.
El académico observa que no bastará
con que el coordinador de los Comités de Defensa de
la 4T en Puebla –eufemismo para candidato a la
gubernatura– se deslinde públicamente del
exmandatario Mario Marín, quien está en la cárcel de
máxima seguridad El Altiplano. Su carrera y la mayor
parte de la estructura política y electoral que
rodea a Armenta Mier está ligada al también conocido
como Gober Precioso.
“Lo que se ve, no se juzga
–acota el analista–. Y ahora la campaña presidencial
de Morena tendrá también que asumirlo, tal como se
cuestionó la incorporación de Salgado Macedonio. Al
tema de los “macedonios” se sumarán los “preciosos”;
esta trásfuga del marinismo a Morena en Puebla será
un problema de imagen política importante y una
constante contradicción en el discurso de la
candidata presidencial por todo lo que este grupo
local representa”,
considera.
De hecho, en cuanto se dio a conocer
la designación de Armenta como virtual candidato a
la gubernatura poblana, en redes sociales algunos
panistas locales empezaron a usar
el hashtag #NoMasPreciosos, y circularon la frase
“Morena se pone preciosa”, en clara alusión al grupo
político al que pertenece el senador y que, en las
zonas urbanas de esta entidad, en especial en las
clases medias, causa un rechazo generalizado.
Desde el primer día, indica el
politólogo, el PAN y el virtual candidato del Frente
Amplio por Puebla, Eduardo Rivera Pérez, ya tiene su
estrategia para atacar a quien es el nominado por
Morena, por lo que posiblemente la derecha vea a
Armenta como el mejor opositor que podían tener,
aunque los panistas igual tienen la “carga” de lo
que representó el morenovallismo, lo que seguramente
será también tema en las campañas.
Jesús Zaldívar Benavides, dirigente
municipal del PAN en Puebla, afirmó que su partido
ya sabe cómo enfrentará a Armenta porque ya lo han
hecho en el pasado contra el marinismo. “Estamos
listos y les vamos a ganar”, aseguró. Dijo que los
poblanos no permitirán que el “gobierno corrupto”
que representó Mario Marín retorne al poder vía
Morena.
Velázquez Caballero refiere que, si
bien Morena aparece en las encuestas como el
favorito para ganar las elecciones de 2024 por la
gubernatura, la contienda apenas empieza y el
marinismo de Armenta será un tema que podría acortar
la ventaja del partido lopezobradorista en el
estado.
El autor del libro Transfuguismos
Político en la Mixteca Poblana, asegura que no será
fácil que el expriista logre los dos millones de
votos que ofreció para la campaña de Sheinbaum y al
propósito del partido guinda para ganar la mayoría
calificada en el Congreso de la Unión.
Recuerda que, en los comicios de
2019, cuando el economista Enrique Cárdenas
contendió contra Miguel Barbosa Huerta por la
gubernatura, limitó su campaña a las zonas urbanas
de Puebla, prácticamente no hizo recorridos por el
interior de la entidad, y, no obstante, la ventaja
con la que ganó Morena fue estrecha.
Priismo en Morena
Armenta, más que el diputado federal
Ignacio Mier, se ocupó de convencer a algunos
cuadros morenistas fundadores, como el excandidato a
la gubernatura Abraham Quiroz y como Jesús Pérez
Chalino, además de tener como uno de sus
coordinadores a Pavel Gaspar, hijo de Horacio Gaspar
Lima, el primer diputado del Partido Comunista.
Sin embargo, es un hecho que su
agenda y discurso están muy alejados de lo que se
supone representa la izquierda progresista.
Velázquez Caballero considera que más bien podría
catalogarse como conservador, tan es así que el
domingo –tras darse a conocer su triunfo en las
encuestas– lo primero que hizo fue ir a misa en la
catedral de Puebla y entrevistarse con el arzobispo
Víctor Sánchez Espinosa.
“No es alguien que promueva la
agenda de izquierda, no tiene un discurso sobre
sociedades de convivencia, las políticas de
pluralidad sexual, el aborto; y en los textos que
publicó manifiesta estar en favor del
extractivismo”,
menciona el académico.
Algunos morenistas consultados
consideraron que Armenta personifica al clásico
político priista que navega incluso en la ambigüedad
en su discurso “para adaptarlo a quien tiene
enfrente”.
“Armenta está muy alejado del
discurso de la Cuarta Transformación, no ha podido
encarnarlo en su persona, es más bien un líder
populista”, agrega Velázquez. Advierte que esto
podría ser un problema de identidad de discurso y
agenda para Morena, contradictorio, por ejemplo, con
la candidata de la Ciudad de México, Clara Brugada,
que pertenece al morenismo puro.
El caso Armenta, para los
consultados, pondrá en evidencia que Morena se ha
convertido en un partido “cacha-todo”.
Hasta ahora, el politólogo asegura
que el virtual candidato de Morena no ha encontrado
la fórmula para sacudirse la imagen marinista y
difícilmente lo logrará porque su estructura
política procede en su mayoría de ese grupo
político.
Agrega que será vital la operación
cicatriz que realizará y que logre incorporar a los
fundadores y bases de Morena en Puebla, que hasta
ahora se mantienen alejados.
Además, el senador no la tiene fácil
en la definición de candidaturas a las diputaciones
federales, locales y 217 alcaldías, pues además de
los compromisos que pudo haber generado en su larga
campaña –que muchos aseguran empezó desde 2018 y
2019– están los grupos contra los que contendió,
tanto el encabezado por el diputado Ignacio Mier
como el de Julio Huerta y el gobernador Salomón
Céspedes.
Éste último, de acuerdo con medios
locales, estaría pidiendo que el empresario
textilero priista José Chedraui sea el candidato a
la alcaldía de Puebla, lo cual ha generado
inconformidad entre los auténticos lopezobradoristas
que proponen al diputado federal Alejandro Carvajal
o a la regidora Elisa Molina.
Morenistas como Carlos Figueroa,
exintegrante del Comité Ejecutivo Nacional del
partido, han señalado que Armenta podría incorporar
en su discurso una agenda progresista, como sería
apoyar la consulta ciudadana sobre la posible
desprivatización del agua en Puebla.
Otros personajes, como el activista
Gerardo Pérez, han reclamado que el senador y los
otros participantes en la contienda interna de
Morena empiecen por aclarar el origen de los
recursos que utilizaron para promoverse.
La diputada federal Ana Teresa Aranda
calculó que el senador se gastó alrededor de 250
millones de pesos sólo en espectaculares,
promocionales, lonas y bardas, mientras que el
diputado federal Ignacio Mier Velazco habría pagado
el doble de esa cantidad.
De ‘marinistas’ a ‘armentistas’
Velázquez Caballero explica que, si
bien el marinismo está alejado de lo que pregona la
4T, es una camarilla apreciada porque pacta con
caciques, operadores políticos, con otros
empresarios y agentes de la economía informal, y
“son agentes altamente efectivos” para la
movilización y la cooptación del voto y para ponerse
al servicio de la oligarquía poblana.
Entre los principales operadores y
promotores de estructuras de Armenta se encuentran
familiares, exfuncionarios, exlegisladores y
exalcaldes de los tiempos de Mario Marín.
Un ejemplo de ello son los hermanos
del Góber Precioso, Blandina y Enrique Marín,
quienes fueron promotores de Armenta en la mixteca
poblana.
Pero la lista de exfuncionarios y
políticos marinistas en el proyecto armentista es
extensa, en algunos medios se ubicaron más de 50
personajes.
Entre ellos figuran Valentín Meneses
Rojas y Mario Montero Serrano, ambos exsecretarios
de Gobernación marinistas; Juan Carlos Lastiri,
exsubsecretario de Desarrollo Social, los
exdiputados Blanca Jiménez y Juan Manuel Vega
Rayet.
Igual, el exmagistrado Carlos Loranca
Muñoz, Víctor Manuel Hernández Quintana, extitular
del Órgano Fiscalizado del Estado; Martín Fuentes
Morales, quien fue delegado de la Procuraduría
Agraria, y Víctor Sánchez Ruiz, extitular de la
Secretaría de la Función Pública.
El principal aliado político de
Armenta, de acuerdo con analistas políticos, era
Javier López Zavala, quien fue el candidato del PRI
a la gubernatura que contendió y perdió frente a
Moreno Valle en los comicios de 2010, mientras que
el hoy coordinador de los Comités de Defensa de la
4T era el dirigente del PRI.
Sin embargo, López Zavala se
encuentra actualmente en prisión, tras ser señalado
como el autor intelectual del asesinato de la
abogada feminista Cecilia Monzón.
(Revista Proceso).