Doble Feminicidio en Zacapoaxtla

·       Ante la falta de una estrategia para proteger a mujeres por parte de las autoridades, madre e hija fueron asesinadas en la cabecera municipal.

20 Diciembre 2020

Zacapoaxtla.- Luego de 21 días que permanecieron en calidad de “desaparecidas”, este sábado, fueron encontradas sin vida en el centro de Zacapoaxtla, dos mujeres, que eran madre e hija, originarias de la comunidad de San Juan Tahitic, de este mismo municipio.

          Fue cerca de las 14:00 horas de este 19 de diciembre que a través de una llamada telefónica se reportó a la comandancia de la policía municipal, que se encontraban cuerpos en una ladera, ubicada en pleno centro, sobre la calle Texpilco, entre la colonia La Palma y la Primaria “Héroes de Zacapoaxtla”.

          Acudieron al lugar policías municipales, quienes tras conformar que se encontraban dos cuerpos, dieron parte a los elementos de la policía ministerial, quienes llevaron a cabo las diligencias para el rescate de los cuerpos.

          Se trata de Irene Ramiro Mora de 36 años de edad y su hija Natividad de 13 años, quienes fueron vistas por última vez el pasado 28 de noviembre y este día se dio a conocer que se trató de un doble feminicidio.

          Su desaparición fue reportada ante la Fiscalía General del Estado (FGE), pero al igual que ocurre en la mayoría de los acontecimientos de este tipo, nada o muy o poco se hace para investigar los hechos y tratar de encontrar a las personas desaparecidas.

Zacapoaxtla municipio con alerta de género desde 2019

          El ocho de abril de 2019, el municipio de Zacapoaxtla fue incluido dentro de las entidades que debían reforzar las medidas para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, declaratoria que fue publicada por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres.

De esta manera, se estableció la emisión de 45 medidas de prevención, seguridad y justicia para hacer frente a la violencia feminicida que persiste en el Estado.

Las medidas eran tendientes a promover el derecho a la justicia pronta, expedita e imparcial; la prestación de servicios jurídicos, médicos, psicológicos especializados y gratuitos, además de la rehabilitación y la reparación del daño de las víctimas.

En la declaratoria se establece:

“En este sentido, el Gobierno del Estado de Puebla habrá de aceptar su responsabilidad ante el daño causado y su compromiso de repararlo. Entre otras acciones, deberá realizar las investigaciones correspondientes y sancionar los actos de las autoridades omisas o negligentes que llevaron a la violación de los derechos humanos de las víctimas y garantizar que ciertos actos no queden impunes.

Para ello, la Fiscalía deberá hacer una revisión de sus averiguaciones previas o carpetas de investigación pendientes.

El ejecutivo estatal deberá enviar un mensaje a la ciudadanía de cero tolerancia ante la comisión de conductas violentas en contra de este sector de la población. Además, este mensaje deberá ser difundido en las principales lenguas indígenas que se hablan en la entidad, así como a través de todos los medios que sean accesibles para personas con discapacidad.

Adicionalmente, deberá ser divulgado en medios de comunicación masivos y radios comunitarias, principalmente en los municipios en los que se declara la Alerta de Violencia de Género.

El gobierno poblano y los 50 municipios señalados en la declaratoria deberán asignar los recursos presupuestales necesarios, así como los humanos y materiales para hacer frente a la contingencia de manera inmediata”.

De acuerdo a la declaratoria de violencia de género para Zacapoaxtla, poco se ha hecho y el resultado es que una gran cantidad de mujeres siguen siendo víctimas de maltrato físico, verbal y psicológico y en esta ocasión se registra de manera lamentable un doble Feminicidio.

A pesar de que personas afines al Ayuntamiento justifican el desempeño del gobierno de Ebodio Santos Alejo, es obligación de las autoridades garantizar la seguridad de los ciudadanos, lamentablemente en Zacapoaxtla se han vivido enfrentamientos con armas de fuego como en Ayoco, ejecuciones en calles del centro, asaltos, robos a comercios y feminicidios, todo lo contrario a lo que ofrecieron los actuales gobernantes.

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