La peor herencia del neoliberalismo es el actual gobierno. Populista, corrupto e ineficaz

Cuánta razón tienen quienes afirman que el periodista es el historiador de lo inmediato. Pero más aún, cuántos sucesos ocurrieron desde este fin de semana hasta hoy a esta hora que dan una muestra contundente de lo que es nuestro país.

El viernes 4 de marzo en la noche se difunden audios en YouTube que no dejan duda sobre el carácter prostituido de la justicia mexicana. Es la voz de Alejandro Gertz Manero gozando del ilegal privilegio de conocer un anteproyecto de resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que le entere del sentido que podría cobrar su querella contra Alejandra Cuevas. El fiscal general de la República habla con su segundo, el fiscal de Control de Competencia, Juan Ramos López. Es notorio su enojo por la posibilidad de que su sobrina salga de la cárcel y entonces deja claro en la llamada telefónica que él tiene injerencia en la Corte. Esa noche y el sábado y domingo, las redes sociales ardían, casi literalmente, con el enojo de decenas de miles de usuarios. La exhibición es clara: la justicia mexicana está en manos de hampones y la demanda también lo es: Gertz Manero debería renunciar. Y eso es lo que debería suceder en cualquier país con un gobierno medianamente decente.

Los medios de comunicación convencionales hacen machincuepas para mantener el tema en bajo nivel o en situar el enfoque en el anverso de la historia: la FGR investigará como fueron intervenidas las conversaciones telefónicas del fiscal, subraya La Jornada y otros medios que están sometidos por el gobierno. Pero las redes sociales, oh sí, las benditas redes sociales son un fenómeno que llegó para quedarse y entre Twitter y YouTube se expande la opinión más dominante: la ilegalidad del hackeo no es menor de lo que exhibe, Alejandra Cuevas debe salir de la cárcel, el fiscal debe ser despedido por el presidente y Arturo Zaldívar debe renunciar a la corte por complicidad con Gertz Manero.

Pero en días pasados se definió otra ruta alterna a las preocupaciones ciudadanas. El estadio de futbol Corregidora de Querétaro hervía entre una turba incontrolable de sujetos que arrasaban todo a su paso y centenas de gritos de terror y dolor de jóvenes, niños, señoras y señores. Varios grupos de criminales con una casaca del equipo Gallos atacaron a jóvenes con playeras del Atlas. Usaban tubos y cadenas que tenían preparados para ello. No se detenían ni al verlos desmayados. Les golpearon la cabeza, los patearon, todo el cuerpo, y luego los desnudaron. Los expertos dicen que esa es una forma de ridiculizar al enemigo y así fue como los trataron. Todo, con la complicidad de los cuerpos de seguridad

Las redes sociales oficialistas encontraron el distractor ideal y potenciaron la información con el objetivo de relegar el escándalo de su fiscal corrupto. La tragedia fue suficiente para ello y pronto se habló de 17 fallecidos. Esas redes oficialistas olvidaron pronto la mesura que hace unos días exigieron frente a lo sucedido en San José de Gracia. Tuvieron otro elemento a su favor: la idiosincracia del mexicano que siempre todo lo sabe y emitió su veredicto inapelable porque a ese mexicano nunca nadie lo engaña: hay víctimas y miente quien diga lo contrario. Julio Astillero no había dicho nada, no ha dicho nada aún de Alejandro Gertz Manero, pero en este caso trató la información poniendo en duda los dichos del gobernador Mauricio Kuri. En este momento se contabilizan 26 heridos,, uno de ellos muy grave y otro que perdió un ojo.

Con el vértigo de la información, lo sucedido en San José de Gracias parece como si hubiera sido ayer. Pero se confirma la masacre y al menos ya hay once tipos de sangre recogidos en el lugar aunque aún no se hallan los cuerpos. El gobierno le apuesta al olvido de la gente y a la inmediatez de lo que pasa en las redes. Más aún, a la tremenda difusión de videos en Tik Tok y Twitter.

¿Qué dijo el presidente el lunes 7 de marzo en su rueda de prensa? López Obrador tenía la disyuntiva entre destituir a Gertz Manero y exigir la renuncia de Arturo Zaldívar u optar por ser el jefe de una mafia que pisotea la ley. El titular del Ejecutivo eligió lo segundo y defendió al fiscal general de la República porque, en la parte humana, él lo comprende, quiere justicia para su hermano. Así, con esa desfachatez lo dijo el político tabasqueño. Para decirlo de otro modo, un servidor público puede ayudarse de su poder para orientar en su favor su interés personal. Tiene la bendición del presidente y apóstoles que le replican esa bendición, la palabra apóstol no es una licencia retórica, por cierto, la empleó Patricia Armendáriz para referirse a ella, como la promotora de la buena nueva doctrina que encabeza AMLO a quien eso le viene como anillo al dedo pues también se siente Cristo.

Qué le debe el presidente a Alejandro Gertz Manero, le preguntamos en Twitter. Será que su hijo mayor recibió el favor de obtener el título de licenciatura sin tener los méritos académicos en la Universidad de las Américas de la que estuvo al frente el fiscal que también tiene prendas académicas sin merecerlas. Algo es evidente, José Ramón López Beltran es un hombre sin trayectoria laboral ni luces intelectuales. Y entre todo el rebumbio rompe el silencio Pío López Obrador para decir, como si el fuera la víctima, que debe concluirse ya la investigación sobre aquellos fajos de dinero que recibió. Lo que el hermano del presidente no dice es que él obstaculizó esa investigación pero, sobre todo, no dice cuál es el origen y el destino de los recursos.

¿Qué dijo el presidente este lunes 7 de marzo en su rueda de prensa? Que lo sucedido en el estadio de futbol, en Querétaro, es una herencia del neoliberalismo. ¿Y qué le respondimos en Twitter decenas de miles? Que si hay una herencia maldita del neoliberalismo es su propio gobierno que fue posible por las administraciones federales pasadas pero también porque millones de personas fueron engañadas y otras más creyeron en que podrían volver a estar en el pináculo de los privilegios cuando estos ya estaba apalabrados para otros.

Nos ahogan los acontecimientos. Ahí está Rusia y su invasión a Ucrania junto con la fallida política internacional. En nuestros temas domésticos la Comisión Federal de Competencia Económica pidiendo a los legisladores no aprobar la iniciativa de reforma eléctrica porque va contra la competencia al generar un monopolio estatal. (Revista Etcétera).