Gobiernos premian con publicidad a medios de comunicación que los protegen

·     Periodistas, empresarios y legisladores piden transparencia en recursos destinados a la publicidad oficial durante la presentación del libro Publicidad Oficial: Transparencia y Equidad

 

Un criterio de absoluta discrecionalidad y densa opacidad prevalece en el Estado mexicano para disponer a entera conveniencia de recursos públicos que integran el presupuesto de publicidad oficial y que sólo a nivel del Gobierno Federal ascienden a 3 mil 700 millones de pesos.

Desde los tres distintos niveles, gobiernos de todos los partidos políticos han usado la publicidad oficial para premiar o castigar a los medios de comunicación, según la hostilidad o sumisión que perciben en éstos, en una clara regresión a un obscurantismo que se suponía superado por la alternancia en el poder.

Motivo por el que urgen reglas claras en la asignación de la publicidad oficial, no sólo a nivel del Gobierno Federal, léase Poder Ejecutivo, sino también para los Poderes Legislativo y Judicial; para los gobiernos de las entidades federativas y los más cercanos a la ciudadanía, como son los municipales.

Así lo advirtieron la tarde de este jueves la periodista María Scherer Ibarra, el senador perredista Carlos Sotelo García, el escritor Ernesto Villanueva Villanueva y el presidente de la Fundación para la Libertad de Expresión, Armando Prida Huerta, durante la presentación del libro que este último escribió acerca del tema y que intituló Publicidad Oficial: Transparencia y Equidad.

  ‘No pago para que me peguen’

     En la sede de la Escuela de Administración Pública del DF, en el Centro Histórico, María Scherer hizo notar que nada ha cambiado desde 1977, cuando el entonces presidente José López Portillo expresó su famosa frase: “No pago para que me peguen”.

Con esas palabras el exmandatario justificó su decisión de no canalizar publicidad a la revista Proceso, una medida que la opinión pública advirtió como represalia por el contenido de los trabajos periodísticos de ésta.

La periodista hizo notar que las cosas no cambiaron mucho desde entonces y al respecto recordó que en el último año del gobierno de Vicente Fox, la publicidad oficial de la administración de éste, se esfumó de las páginas del desaparecido Diario Monitor, luego de que éste abiertamente apoyó la campaña de Andrés Manuel López Obrador.

Dijo también que en el gobierno actual llaman la atención dos hechos: uno, que la facturación de publicidad oficial fuera mayor en revistas con un tiraje menor al de Proceso, pero también con menos impacto entre la opinión pública que ésta y, dos, que luego se haya suspendido la publicidad a todas, lo que significa la desaparición de muchas de ellas.

En su turno, el senador Carlos Sotelo García, presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía en la Cámara alta, dijo que si bien han disminuido las presiones fiscales y los procesos judiciales del gobierno contra comunicadores, éste ha puesto en marcha mecanismos más sofisticados, más complejos y menos visibles para silenciar a las voces críticas.

Al precisar que uno de estos mecanismos es la distribución de la publicidad, el legislador sostuvo que no ha cambiado el criterio de absoluta discrecionalidad en el uso de los recursos destinados al gasto de difusión y comunicación social que, durante los últimos 70 años, fueron utilizados sin ningún recato.

 Déficit ético

Así, al publicar la obra Publicidad Oficial: Transparencia y Equidad, el doctor Ernesto Villanueva centró uno de los grandes temas de la Nación: la relación entre la publicidad oficial, la libertad de expresión y el derecho a la información.

En su turno, el doctor Ernesto Villanueva, autor de la obra, lamentó que en medio de este contexto, no existan todavía en el país suficiente aparato crítico ni la necesaria estructura metodológica para abordarlo y que permita identificar parámetros no sólo por lo que se refiere a derecho comparado sino también a políticas públicas.

El autor —jurista y especialista en medios de comunicación— urgió a la aprobación de una ley que prohíba la promoción política personal de los gobernantes, con cargo a los recursos públicos, una irregularidad en la que incurren hoy desde el Presidente Calderón hasta gobernadores y munícipes de todos los partidos, como ha sucedido casi por siempre en México.

Finalmente, Villanueva Villanueva aseguró que si bien las iniciativas que en el Congreso de la Unión se han presentado son cada vez mas acabadas y rigurosas, no logran los consensos adecuados que se requieren por falta de conocimiento, por desinterés o porque los legisladores creen que así debe de ser.

Por su parte, Armando Prida, quien participó como moderador, dio a conocer algunos ejemplos de la forma cómo los medios de comunicación pueden buscar el cobijo de los organismo de derechos humanos para lograr su participación en términos de equidad respecto de otras publicaciones. El presidente de la Fundación para la Libertad de Expresión añadió que "Ernesto (Villanueva) escribió un libro esplendido; aquí se relata, de una manera clara, toda esta problemática que tenemos. Si esos 3 mil 700 millones se aplicaran adecuadamente seria el inicio del cambio del país"

Si López Portillo dijo ‘no pago para que me peguen’, hoy yo podría decir que casi todos los gobiernos por no decir todos los gobiernos estatales, municipales y el federal dicen: te pego y no te pago. Falta pluralidad, la democracia se tergiversa de una manera muy importante. Se da la información que se quiere dar y no la que debemos saber.

Durante los últimos 70 años los recursos destinados al gasto de difusión y comunicación social se usaron para financiar campañas políticas, promover imágenes personales de presidentes y funcionarios y para financiar la existencia de un conjunto de medios de comunicación que carecen de toda base social, debiendo su existencia y subsistencia a la publicidad oficial

  *147 mil 962 millones de pesos fueron invertidos en publicidad oficial en el 2007

*72% de estos correspondió a los medios electrónicos, básicamente a dos televisoras

*28% restante se distribuyó entre los medios de comunicación impresos

*17 diarios, de éstos últimos recibieron el 88 por ciento de estos recursos

 

           

 

           

           

           

 

 

         

           

                   

 

  

      

arriba