Al borde de la quiebra más del 50% de escuelas privadas en puebla

Al finalizar el 2009 y los inicios de este año, la situación empeoró en el mercado. Después de sortear el bache de las inscripciones y superar que más de 10 mil alumnos optaron por escuelas públicas,  los planteles privados se quedaron sin dinero y enfrentan riesgo de quiebra en al menos cinco de cada 10 empresas planteles, donde el cierre de grupos o recorte de personal se ha vuelto una constante.

En educación superior la historia no es diferente, pues aquellas universidades de bajo costo optan por promociones y descuentos, con tal de atraer más estudiantes. En tanto, universidades caras o de renombre, prefieren congelar mensualidades u ofertar becas.

 El TEC, Ibero y la UPAEP, afrontan la baja de recursos

Una de las instituciones involucradas en esta situación es el campus Puebla del ITESM, que lanzó el Programa de Becas Talento con el afán de reducir la deserción por problemas económicos que en el periodo otoño-invierno reportó la baja de  300 estudiantes de licenciatura. A la  par la institución aplicó un alza de 4 por ciento al costo de las colegiaturas para el 2010.

En el caso de la Universidad Iberoamericana, su rector Arturo Fernández Dávalos estima que 2010 será un año difícil para la institución, luego que 2009 terminó con un aumento en la deserción en nivel licenciatura de 60 por ciento, la peor en los últimos 6 años.

El directivo se mostró preocupado, pues las bajas se registran en nivel licenciatura. “Quienes nos permiten vivir son las licenciaturas, no los posgrados”, alerta.

“La matrícula empezó a reducirse en 2003. Una reducción paulatina, gradual, que se recuperó en 2008 con un repunte de nuevo ingreso y reingreso. Luego vino la crisis económica  y de nuevo cayó la matricula en 2009. No sabemos cómo venga 2010”, apuntó.

En el otoño 2009 se cerró con la inscripción y reinscripción de 2 mil 903 estudiantes en licenciatura, cifra 2% abajo a la matrícula del mismo periodo pero de 2008. La deserción aumentó 60% y decrecieron 16% las inscripciones de primer ingreso al cerrar otoño 2009 con apenas 629 nuevos universitarios, 121 menos que los 750 registrados un año atrás.

En la UPAEP para costear el pago de impuestos, prestaciones y nómina de académicos y administrativos también se aplicó un incremento de 4 por ciento a las colegiaturas.

El rector Alfredo Miranda López consideró que la falta o escasez de dinero no debe representar un freno para que los estudiantes sigan una carrera universitaria o se titulen.

Desde su óptica “no todos nacen para estudiar en la universidad”. Por lo tanto se debe impulsar una verdadera formación vocacional para evitar que “todos” quieran ser licenciado, administrador o doctor.

La crisis, dice, es un reflejo de la mala formación de profesionales; de desperdicio de dinero y tiempo en la educación de personas que al final de cuentas abandonan los estudios.

E  n tanto la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (Fimpes) alertó sobre el riesgo creciente en 2010 de que las universidades privadas resientan la crisis al vaticinar disminución en la matrícula en los semestres o cuatrimestres avanzados.

A las públicas les pega los retrasos federales

En el sector de la educación pública, el Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE) aumentó en enero  50% el costo de la cuota de incorporación, con la intención de sortear el pago de servicios como electricidad, teléfono, internet y vigilancia.

La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla tampoco está ajena a esta crisis, pues retrasó los pagos a proveedores y trabajadores, y solicitó un crédito de 200 millones de pesos ante la retención de participaciones por parte del gobierno federal al finalizar 2009.

En este inicio de año la federación sigue sin pagar a la máxima casa de estudios. Y se tuvo que adelantar una partida de 139 millones de pesos para evitar un segundo endeudamiento  para pagar la nómina.

La Federación le debe a la Autónoma 244 millones de pesos. Cincuenta y cuatro millones de pesos corresponden a diciembre 2009; 140 millones de pesos a enero 2010 y 50 millones de pesos por recursos extraordinarios.

Escuelas de educación básica recortan personal

En educación básica, el Colegio Kepler, ubicado en San José Mayorazgo, cerró sus puertas y dejó sin empleo a 20 personas, entre maestros y personal de apoyo.

En el Instituto Alfonso Treviño, ubicado a espaldas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm), casi la mitad de los alumnos debe colegiaturas del ciclo 2009 – 2010 y una cuarta parte del periodo anterior.  La matrícula en secundaria pasó de 50 estudiantes en 2008 – 2009 a solo 5 para los tres grados de ese nivel en el ciclo en curso.

Lo que ingresa no alcanza para pagar la nómina, por lo que vivió una “negra” cuesta de enero. Para pagar el aguinaldo, realizó una kermés de fin de año y de ahí obtuvo el dinero suficiente para cubrir la prestación laboral.

La SEP sólo reporta el cierre de 9 planteles

A pesar de todo lo anterior, datos oficiales de la Secretaría de Educación Pública (SEP), al corte del 30 de septiembre, cuando concluyó el periodo de inscripción del ciclo 2009 – 2010, únicamente se reportó el cierre definitivo de 9 preescolares particulares por falta o escasez de alumnos.

Sin embargo la perspectiva no es alentadora. La propia autoridad educativa vaticina que el verdadero impacto de la crisis en la educación privada se reflejará entre los meses de marzo, abril y mayo de este 2010.

El secretario de Educación Pública (SEP), Darío Carmona García, consideró que la primera etapa de la crisis fue superado por el sector, pero advirtió un inminente colapso, debido al impacto que tendrá el aumento de uno por ciento adicional al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y 2 por ciento al Impuesto sobre la Renta (ISR), así como el desempleo y la perdida de poder adquisitivo.

“Va a ser más fuerte la caída del sector en los meses de marzo, abril y mayo. Ahorita no, porque viene la época del año que mas dinero hay, pero cuando llegue el reparto de utilidades, ahí es cuando se va a sentir el impacto de la crisis o el impacto de la distribución del dinero.”

El sector educativo en Puebla es el tercer cluster económico más importante, después del automotriz y el manufacturero. Se estima que genera al año una derrama de 24 mil 500 millones de pesos, entre inversión privada y pública.

Alrededor de este se mueve la economía no sólo de las instituciones que prestan servicios educativos, sino también el inmobiliario por renta de cuartos, departamentos y casas para estudiantes, papelero, alimentos, transporte, vestido. Hasta los antros y centros nocturnos viven de la actividad educativa.

En Puebla, 4 de cada 10 estudiantes de educación superior son originarios de otras entidades del país; 90 por ciento proviene del sureste, principalmente de Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Veracruz.

Al cierre de 2009 sumaron 160 mil alumnos inscritos en educación superior y llegó a 30.1 por ciento en cobertura. Meta local que se alcanzó tres años antes de la conquista federal planeada para 2012.

Pese a lo anterior, la SEP y los servicios educativos prevén deserción escolar alta o migración de alumnos de escuelas privadas a públicas. Un panorama negro con pocas posibilidades de encontrar la luz, al menos no en el corto plazo.

 

 

 

 




 

 

 

                  

 

  

      

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