Estimadas amigas y amigos de los medios de comunicación.

En los últimos días, a través de diversos medios de comunicación, nos enteramos de un estudio realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), organismo especializado en mediciones de pobreza y marginación por mandato de ley.

De acuerdo a dicho estudio, el estado de Puebla pasó del penoso séptimo lugar al vergonzoso tercer lugar en términos de pobreza multidimensional a nivel nacional.

Más allá de cualquier conjetura o calificativo del por qué se hicieron públicos dichos resultados, y de los inútiles intentos de los proxenetas por defender lo que a todas luces es indefendible, es necesario ir al fondo del asunto para no confundir ni engañar a los poblanos.

Como ustedes saben, desde hace más de un año he venido señalando que construir un proyecto político con recursos públicos y programas que deberían usarse para resolver la lacerante pobreza en nuestro estado, no solo era inequitativo y antidemocrático, sino una irresponsabilidad social.

Mis aspiraciones están cimentadas en mis convicciones, por lo tanto, estoy obligado a señalar cualquier acto que atente contra el bienestar de los ciudadanos. Así lo he hecho siempre y así lo seguiré haciendo, aunque esto incomode a ciertos grupos.

La crítica fundada siempre será objeto de descalificaciones por parte de quienes ven afectados sus intereses, pero no hacerlo, sería tanto como ser cómplice de ellos mismos y de los abusos que comenten desde el poder público.

Por eso hoy, al conocer los resultados que presenta el CONEVAL, se confirma lo que he venido señalando con mucha claridad e insistencia: La política de desarrollo social en el estado, obedece al proyecto político de un personaje en vez de enfocarse al combate frontal de la pobreza.

Los números, además de indignantes son contundentes: En Puebla el 64% de la población vive en pobreza moderada y extrema. La brecha de desigualdad entre ricos y pobres cada vez es más pronunciada. Paradójicamente, somos la entidad que más artículos suntuosos vende, mientras que 3 millones 560 mil poblanos viven en condiciones de rezago y muchos de ellos ni para comer.

¿Cómo interpretar estos números? ¿Qué es lo que está fallando?

Sin duda la única explicación aceptable es que la estrategia  instrumentada por la dependencia encargada de ejecutar los programas sociales en el estado, no fue para reducir los indicadores de pobreza multidimensional a través del combate frontal de la pobreza extrema y la marginación. NO, la estrategia fue utilizar los recursos públicos para fortalecer el proyecto de un POBRE CANDIDATO.

Porque no se puede combatir la pobreza regalando tinacos, despensas y bultos de cemento, esto es clientelismo en lugar de desarrollo.

Culpar a “factores externos” como la influenza o la crisis económica mundial, es tanto como insultar la inteligencia de los poblanos. ¿Por qué otros estados con menos recursos, y con los mismos factores externos, han salido adelante? ¿Será que ellos tienen más suerte, o será porque no juegan al candidato-secretario?

De 2006 a 2008 el presupuesto de la SEDESO se incrementó casi en un 500 por ciento! pasando de 162 a 757 millones de pesos; curiosamente en ese año (2008) Javier López Zavala asume la titularidad de dicha Secretaría. Curiosamente también, a partir de ese momento comienza la debacle en términos de pobreza para Puebla, pasando (como ya dije) del lugar siete al número tres en entidades de mayor rezago, es decir, ahora existen más de 400 mil nuevos pobres que hace 2 años.

Estos son los resultados de tener un funcionario que está más ocupado y PRE-O-CU-PA-DO en ambiciones personales, que en atender su verdadera encomienda de trabajar por los más necesitados.

Estas son las consecuencias de tener un aspirante bondadoso que regala focos, en lugar de un Secretario que entienda lo que es el verdadero Desarrollo Social y que instrumente programas y acciones articuladas en favor de la población en condiciones de desventaja.

El CONEVAL, un organismo técnico, especializado e independiente, nos reveló que tanto el gobernador como el resto de los poblanos hemos sido engañados por el actual Secretario de Desarrollo Social.

Las políticas asistencialistas de la SEDESO solo han contribuido a crear una candidatura ficticia y a engrosar la dolorosa lista de 3.6 millones de pobres que, eso sí, se vuelven cada vez más dependientes de las dádivas del gobierno.

La gran mayoría de los priistas y de los ciudadanos en general, queremos erradicar la pobreza del suelo poblano. Los priistas somos gente con principios y compromiso social.

Por eso rechazamos candidatos que solo manipulan las necesidades de los pobres para ganar puntos en las encuestas. Por eso reitero una vez más: No podemos permitir que se construyan candidaturas a costa del dinero público. No vamos a permitir que se siga lucrando políticamente con las carencias sociales.

El dinero mal gastado en los 2 últimos años, bien pudo invertirse en mayor infraestructura social; en más hospitales mejor equipados; en más médicos y medicamentos; en más y mejores caminos; en ampliar la cobertura y la calidad educativa; en centros de capacitación para el trabajo; en seguros de desempleo; en programas de empleo temporal; en programas de fomento a la vivienda; en fin, en cosas que reclama a gritos nuestro estado y que no pueden postergarse un sexenio más.

Para mejorar las condiciones de vida del 64% de la población que hoy vive en situación de pobreza, debemos partir de reconocer que lo hecho hasta hoy ha fracasado, no funciona.

El gobierno de Puebla ha perdido tiempo y dinero en esfuerzos desarticulados que solo contribuyen al despilfarro y la frivolidad. Habría que comenzar por diseñar políticas integrales que incorporen una visión social, regional, ambiental, económica, jurídica y política del desarrollo. Es imposible imaginar un combate efectivo contra la pobreza en que viven 3.6 millones de poblanos, si el presupuesto público carece de instrumentos para convertirse en una palanca de desarrollo que actúe significativamente en todas las regiones del estado.

No hay que olvidar que el presupuesto de los gobiernos es el primer instrumento para redistribuir el ingreso y abatir la brecha entre los que tienen todo y los que no tienen nada.

Durante el periodo de campaña interna por la candidatura del PRI, tendré la oportunidad de presentarle a los poblanos un conjunto de propuestas para sacar a Puebla del atraso y la ignominia en que se encuentra. Estoy preparado para gobernar y para dar resultados. Pronto llegará el tiempo de exponer proyectos y demostrar capacidades, los ciudadanos podrán contrastarlas y optar por quien tenga la talla para gobernar.

Muchas gracias…  Enrique Doger Guerrero

 

 

 

                  

 

  

      

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