|
¿Bajo que consigna el hombre se califica de “humano” cuando solo
consciente respeto hacia los pares similares a su estigma de
“normalidad”? Hipócrita transeúnte de un mundo diverso, perverso ser
“humano”, diabólico hombre mexicano que presume con fastuosidad el
desarraigo a su legado.
Yo sé que México está anegado de meollos calamitosos que nos
sumergen en la tempestad de la marea y muchas veces perdemos el
piso, fijamos nuestra mirada en problemas no más cercanos a la
desazón que nos produce el legado mexicano. Esta sociedad
contemporánea que ultraja las tierras de esta nación con sus plagios
mediocres de un mundo “norteamericanizado” lleva inyectado el
desarraigo cultural como si fuese este el arché de sus principios y
la máxima realización del ser.
Se le juzga con adusta severidad a Estados Unidos por llegar casi al
exterminio de sus tribus indias y confinar a las restantes en
reservas que no fungen más que el papel de cárcel, encerrando entre
los matices verdes y la arboleda una cultura vejada; sin embargo,
nosotros, mexicanos, nos hemos dado a la tarea de ignorar a los
indígenas, arremeter contra sus costumbres y a velar por el
incumplimiento de sus derechos; colocarlos en una infame posición
del final de la estratificación social siendo que ellos son el
origen ¿Por qué someterlos como un vestigio del pasado cuando aún se
hacen latentes? Claro, no puedo generalizar, debo hacer una
aclaración de mis primeros párrafos, no todo México es un lobo
desalmado que con sus intolerantes prejuicios desprecia a nuestro
legado y a nuestro linaje, exista quien; desgraciadamente una
minoría; que no solo respeta, sino, que también lucha por dicho
respeto hacia los indígenas y en general hacia el legado, y yo me
pregunto ¿Qué pasa con esas mayorías que tan descontextualizadamente
discriminan? Una expresión de xenofobia ¿No les ha enseñado la
historia del planeta lo que puede llegar a ocasionar la
discriminación? ¿El colocarse por encima de un ajeno? ¿En estimarse
falsamente superior y menos primitivo? Es en estos momentos cuando
instintivamente atino: “ignorante mexicano” que con sus complejos
desquebraja la soberanía, la unión del hombre, el apego de unos con
otros como hermanos.
Te conmino, ávido lector, a unirte a la aún no perdida causa de la
lucha por rescatar nuestra cultura, por el exigir del respeto a los
indígenas, a no caer en el abismo infinito que nos desahucia, a
decirle “no” al desarraigo cultural.
Ammidafne
|
