Los frutos pedagógicos en la 3ra. Feria del Libro Infantil

 Hakobo Morá

La escuela primaria “Abraham Sosa” de Tatoxcac se llena así misma por las manzanas grandes y crepitosas que ha producido y que muestra en la 3ra. Feria del Libro Infantil del 28 al 30 de abril. Árbol sabio que es aquella escuela: sus extensiones verdes que -con los frutos pedagógicos hoy cosechados-, entran al universo alternativo del caudal vivo del conocimiento humanista.

La escuela brahmánica aquélla que es el árbol único en la plenitud del día, libre dentro de las aulas, creciendo libre sobre el huerto cultivado… mostrando hoy por hoy todos sus frutos reunidos en cargamento como manzanas de la sabiduría laica traídos a nosotros a lomo de caballo que cabalga sobre el viento de este lado del mundo.

Hoy en libertad, niñas y niños, ¡libres! -por sí mismos-; libre y distinta por aquella escuela que transforma el paisaje social y educativo de la comunidad rural; libre por la lucha pedagógica que hacen los otros, los imprescindibles, y que hoy anuncia el resultado concretizado de los distintos talleres impartidos que se mostrarán durante aquella experiencia cultural y educativa que es la 3ra. Feria del Libro Infantil.

Del taller de crónica, los niños y niñas han escrito porque hoy reconocen y saben acerca de la propia realidad social circunscrita en sus hogares, acerca de la libertad social negada por aquellos determinismos económicos y promesas huecas notariadas que los y las excluyen de todo tipo de oportunidades educativas. Gran realidad de falta de oportunidades de trabajo aunadas también por la terrible ausencia de derechos laborales para los trabajadores, para las trabajadoras allá en Tatoxcac… niñas y niños describen aquel rezago social y laboral, lo describen y critican, lo analizan todo, y al mismo tiempo, se ha construido en ellos y ellas un sólido criterio moral de fuerte conciencia civil.

Del taller de vitrales, ellos y ellas han capturado los instantes de luz filtrada que al cruzar por los distintos materiales traslúcidos logran saltar todos aquellos posibles obstáculos por la falta de recursos económicos para la elaboración de ventanas que juegan -imitando el enfoque de la actividad misma de la reflexión mental-,  con la luz de la Tierra; aunque quizá no será la última vez que los mismos u otros talleres de creación se vean limitados por la persistente palabra del cambio cuantitativo que es la moneda y que ya revienta las bolsas atascadas por todo aquel robo de la infraestructura educativa por aquellos políticos corruptos.

Del taller de reciclaje: cuando quizá los niños y las niñas no pueden por sí mismos limpiar la podredumbre política en nuestro país; empezarán por remover la falta de cultura ambiental en nuestros hogares, en nuestras escuelas. Su experiencia acerca del concepto de basura es punta clave para frenar en lo posible la producción de aquellos materiales no biodegradables, pero sí utilizables.

Y del taller de horticultura: para saber hacer y contrarrestar toda la insensibilidad política de nuestros diputados y senadores -los cuales muchos de ellos y ellas jamás nos han representado como sociedad democrática-, aquellos de la nueva clase –política-, beneficiada por los convenios económicos por las empresas que producen comida chatarra. Políticos sin el menor interés por el desarrollo social, aquéllos mismos que han promovido el alza de precios de los productos de consumo básico en México, productos que han desaparecido de la canasta de alimentos nutritivos que todos debiéramos ingerir de forma regular…

Nuevas formas de mirar a nuestro contexto, niñas y niños  aprenderán a aceptar un nuevo modo de ver hecho a su propia medida, medida establecida por ellos y por ellas, respectivamente,  por el nivel de su interés  de exploración en –y por-, el conocimiento.

Teatro, música, danza, pintura, exposiciones de fotografía, la creación del museo escolar, y demás actividades programadas en una fiesta repleta de miel aún zumbando por el sonido de aleteos hechos por las propias abejas en la colmena escolar… La 3ra. Feria del Libro Infantil hace su entrada en armonía por la valiente propuesta pedagógica, misma que aparece en escena por aquellos niños que jamás podrán ser, por aquellas niñas que nunca podrán ser… y después, no aquéllos y no aquéllas aún en la infancia sino en el presente: hombres y mujeres sin futuro alguno.

 Propuesta aquélla gigantesca -en la escuela primaria Abraham Sosa-, con intenciones de reanudada constancia-, necesaria para deshacer el agusanado imperio de mentiras políticas por los dirigentes del ACE –y que haciendo a un lado-, minimizan el poder de un aprendizaje incluyente tratando de carcomer las entrañas del Proyecto Alternativo de Educación, y, que aun pretendiendo desconocer –siendo ellos mismos los responsables del desvío de recursos económicos para todas las escuelas del país-, al necesario proyecto de la verdadera libertad educativa. 

 

 

 

 

 




    

 

 

         

           

                   

 

  

      

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