NO ES NATURAL, ES LA LEY DE ACCIÓN-REACCIÓN

 Monserrat Morelos

El origen del universo, de nuestra galaxia, de nuestro planeta y de la vida, ha sido la cuestión que ha acompañado a toda la humanidad. La ciencia y la religión han intentado explicar y responder a esta duda pero sólo se han encontrado con lo maravilloso que es la vida.

    El ser humano fue creado sin duda para habitar este espacio producido y convivir con la naturaleza. A diferencia de los demás seres vivos, el hombre es un ser pensante, con razón y capacidad de reproducirse, lo que le ha generado necesidades de desarrollo, que una vez satisfechas proporcionan: alimento, vivienda, estudio, seguridad y una constante evolución tecnológica.

    Desde hace milenios el hombre con la razón de subsistir ha explotado y modificado a la naturaleza, pero esta acción en los últimos años se ha hecho más notable pues no hay ningún ecosistema que no esté afectado por él. Además ha creado sustancias nuevas que han perjudicado a la atmósfera, la hidrosfera, los suelos y la biosfera, causando un grave daño al planeta, sin pensar en las consecuencias.

    Hablar de contaminación al ambiente es hablar de una muerte lenta, en la que los únicos culpables somos nosotros. Nadie tiene una fecha segura para la desaparición de la humanidad y de la madre naturaleza, pero lo que sí se sabe es que nosotros con nuestra poca cultura, educación y malas acciones acercamos el final de nuestro entorno.

    No es un hecho que sólo pase en las grandes ciudades, llenas de industrias, edificios, carreteras, complejos turísticos, excavaciones, etc. Tan sólo hay que mirar a las calles de nuestra ciudad, que todas las mañanas amanecen bañadas en basura, aceite de carro, y por si fuera poco, con excremento de animales y personas.

    Qué decir de las coladeras después de un día miércoles de tianguis en el que llenas de botellas, papeles, cartones entre otras cosas obstruyen y no dejan que cumplan con su función: liberar el agua almacenada en la cuidad, ocasionada por la lluvia. Porque eso son ¡coladeras! no basureros como todos las ven. Sería justo mencionar también a aquellas personas que sin más y sin preocupación tiran los pañales y otros desechos en las calles o que prefieren depositarlos en el sanitario dañando al agua, o los que instalan sus drenajes al río para que todas las sustancias como los detergentes, suavizantes, entre otros,  nuevamente dañen al agua. Y como no nombrar a los carros que circulan con ciertos defectos, que por falta de un servicio, también contaminan a nuestro medio ambiente. Y si a esto le aunamos que nuestro gobierno no le dedique tan sólo un poco del presupuesto al mantenimiento de las coladeras, personal de limpieza y en mejores técnicas de reciclaje.

    Desgraciadamente nadie nos educa para un cuidado ambiental, porque los buenos ejemplos se aprenden en el hogar y ¿Cuántos de nosotros en casa separamos la basura? ¿Cuántos de nosotros tratamos de consumir lo menos posible sustancias perjudiciales al medio ambiente?

    Pareciera verse que es un problema común, fácil o imposible de vivirse en Zacapoaxtla, pero la realidad es esa, está ahí y las consecuencias se hacen presentes, los calores extremos, la sequia, las fuertes lluvias, los deslaves, los intensos fríos, la desaparición de ríos, la extinción de flora y fauna y muchos fenómenos que indirectamente nos reflejan las reacciones a cada una de las acciones malas que realizamos y que precisamente no son sólo efectos naturales.

    Lo preocupante y desilusionante de lo que vivimos, son nuestros descendientes quienes vivirán en un mundo sin oxigeno, agua pura y recursos naturales, sin poder apreciar cuan maravillosa es la naturaleza, que es un verdadero milagro, es un derroche de maravillas de inteligencia, evolución, pero sobretodo de vida.

    Hagamos conciencia, porque la naturaleza soporta, pero el día que se harte no habrá marcha atrás.                             

                            

 

 

 

 



 

 

 

 

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